Ciudades:

qué son y qué representan

A partir de una vista panorámica de las cuatro metrópolis latinas que seleccionamos para este estudio, São Paulo (BR), Ciudad de México (MX), Santiago (CL) y Buenos Aires (ARG), pudimos identificar una variedad de elementos en común:

edificios altos, largas avenidas llenas de autos, gente desplazándose de un lado al otro, y la presencia de la naturaleza como paisaje urbano o simulacro. Marcelo Tramontano, especialista brasileño en viviendas, lo llama de “artefacto producido para ambientes de viviendas”. Cuando nos alejamos de las regiones centrales, podemos identificar que el número de casas aumenta, las calles suelen estrecharse y, en algunos lugares, los colores se destacan de la trama urbana.

Buenos Aires
San Pablo
Ciudad do México
Santiago
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Raquel Rolnik, arquitecta y urbanista, en el texto “¿Qué es la ciudad?”, la define como algo que es “fruto de la imaginación y del trabajo articulado de muchos hombres y mujeres. Son construcciones colectivas, diversas, que nunca dejan de cambiar.

“FRUTO DE LA IMAGINACIÓN Y DEL TRABAJO ARTICULADO DE MUCHOS HOMBRES Y MUJERES”

Nuestra observación de cuatro metrópolis latinas nos mostró que son lugares con muchas más similitudes entre sí que diferencias, aunque éstas, lógicamente, también existen.
Por medio de imágenes que nuestro equipo y colaboradores fotografiaron in situ, identificamos elementos, signos y comportamientos que nos indican que estamos más conectados de lo que nos imaginamos.
Foto: Sofia Cossari, Buenos Aires
Foto: Diana Bueno Bieletto, Ciudad do México
Foto: Sabrina Guimarães, San Pablo
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Conexiones latinas

La forma de habitar nuestros hogares y barrios, así como lo que buscamos en nuestro ambiente son excelentes representaciones de esta conexión entre las ciudades latinas de nuestro estudio. Argentina, Brasil, Chile y México son países que comparten historias de colonización europea y esa herencia se puede identificar más allá de las ramificaciones y dinámicas sociales, en las fachadas y concepciones de edificios históricos y casas antiguas diseminadas tanto en los centros como en los barrios aledaños.

Aunque hay similitudes en las superficies arquitectónicas de las cuatro metrópolis, la influencia española de nuestros tres hermanos se diferencia de la portuguesa representada en Brasil. Aun así, observamos que la preservación de esas estructuras ocurre en diferentes cualidades. Santiago y Buenos Aires parecen ser ciudades que tienen una estética colonial más predominante y conservada porque se expandieron menos con el transcurso del tiempo, y son más pequeñas en comparación con São Paulo y la Ciudad de México.

El contraste entre lo histórico y lo actual se puede observar en todas las ciudades.

Foto: Diana Bueno Bieletto, Ciudad do México
Foto: Sabrina Guimarães, San Pablo
Foto: Mário Álvarez, Santiago
Foto: Diana Bueno Bieletto, Ciudad do México
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Por un lado, carteles que anuncian la construcción de nuevos emprendimientos inmobiliarios demarcan la transformación de las calles; por el otro, los edificios existentes -residenciales y comerciales con vidrios reflectantes- comparten la manzana con pequeños mercados, tienditas, cafeterías y casas con estructuras más antiguas. Esos encuentros y desencuentros temporales de las fachadas muestran, en todo momento, cómo el tejido urbano nos revela que existe una tensión entre quiénes fuimos, quiénes somos y en quiénes nos estamos convirtiendo.

Foto: Sofia Cossari, Buenos Aires

Foto: Diana Bueno Bieletto, Ciudad do México

Cuando nos distanciamos del centro original, observamos otro tipo de existencia, donde tener una vivienda con más quietud puede despertar la sensación de no estar en una metrópoli. Son refugios dentro del propio escenario urbano.
Esos contrastes y la dinámica urbana también son perceptibles en la estética cambiante impresa en las paredes. El debate a respecto de las desigualdades y la lucha de los movimientos sociales están estampados en las paredes, piñones y superficies de las ciudades. Tiaraju Pablo D’Andrea, especialista brasileño en América Latina, afirma que “especialmente en Santiago de Chile y en Buenos Aires” es común ver “diferentes tipos de expresiones visuales que recuerdan la dictadura”. Según él, “hay algo que viene mucho del graffiti” que va en contra de olvidar los males de la dictadura. Un gran ejemplo de eso es el Graffiti-memorial en honor a los presos desaparecidos durante la dictadura, registrado por nosotros en un muro del barrio Yungay, en Santiago.

Pichações, graffitis y murales denuncian injusticias y evidencian protestas, como es el caso de los temas raciales, de género, política.

Movilidad

Además del “discurso de los muros”, otra similitud cruza las metrópolis: el desafío de transitar por sus espacios. ¿Cuánta libertad tenemos realmente para desplazarnos? Maria Elisa Cevasco, especialista brasileña en cultura material, nos recuerda que “cada persona dentro de su vehículo piensa que está yendo donde quiere, pero todos están sujetos a la trama de la ciudad”.

Más aún, la falta de opciones de entretenimiento, centros educativos y espacios públicos de calidad, en algunos barrios, también obliga a la gente a hacer recorridos dentro de la ciudad para poder disfrutar de los que existen en otros barrios. Tiaraju Pablo D’Andrea, especialista brasileño en América Latina, afirma que la “circulación por la ciudad tiene que ser una elección, no una imposición”.

También según D’Andrea, “debería haber un teatro público y un Centro de Educación Unificado, debería haber un cine y una Plaza esparcidos por la ciudad”, pero no es eso lo que sucede. Por eso, él agrega – usando São Paulo como ejemplo- que “los habitantes de la periferia son muy dependientes de lo que ofrece el cuadrante Sudoeste” y, debido a esa falta de estructura, “tienen que estar desplazándose hacia allá”.

Foto: Sofia Cossari, Buenos Aires

Para la mayoría de las personas el transporte público es responsable de acceder a la ciudad o, en teoría, debería serlo. Según Ezequiel Fernández, especialista argentino en América Latina, “en buena parte de las ciudades latinoamericanas el transporte público es una causa relevante de insatisfacción, estrés y conflicto”. Cómo complementa Eduardo Costa, especialista brasileño en ciudades: “la ciudad tiene que ser pensada para las personas y lo que importa no es la movilidad de los vehículos. Lo que importa es la movilidad de las personas”.

Desplazarse de forma segura como peatón, en lugares cada vez menos pensados para quien camina, se convirtió en una adversidad. Con el objetivo de superar ese obstáculo se están estudiando algunas ideas para mejorar la experiencia de los espacios públicos. Una de ellas consiste en compartir avenidas y vías cerradas para los vehículos y abiertas solo para los peatones, al menos en días y horarios específicos. Ese es el caso de la Avenida Reforma, en la Ciudad de México; de la Avenida Paulistay el Elevado Presidente João Goulart –Minhocão–, en São Paulo. Una tesis que Costa comparte es que “el flujo de personas en la calle es inversamente proporcional al tamaño del frente de la tienda […] el flujo de peatones depende del mostrador de la tienda, del tamaño del mostrador de la tienda, y los mostradores de la tienda tienden a ser más pequeños.”
Santiago

Foto: Mário Álvarez, Santiago

Eduardo Costa

Especialista brasileiro, Cidades

A pesar de revelar similitudes entre Buenos Aires, Ciudad de México, São Paulo y Santiago, las imágenes capturadas también muestran que son multifacéticas, es decir, parecen existir varias ciudades diferentes dentro de una sola, y cada región es un ecosistema con sus propias historias, dinámicas y contrastes.
Es una imagen común de la favela (villa miseria), vemos que las paredes no están pintadas, falta una mejor infraestructura. En varias casas de la favela podemos observar este tipo de arquitectura, que no está finalizada por temas económicos”

Marcela Novaes
Paraisópolis, São Paulo

Fotos: Francisca Rodrigues (esquierda), e Marcela Novais (arriba), São Paulo, Paraisópolis.

“Mientras por un lado se tiene condominios lujosos, carísimos, con departamentos de varios metros cuadrados, por el otro se tiene casas pequeñas, en espacios minúsculos, todo muy desordenado, también de alguna manera esos edificios que están alrededor de Paraisópolis acaban asfixiando a la comunidad y mostrando su imponencia.”

Francisca Rodrigues
Paraisópolis, São Paulo